LA REVOLUCIÓN DE LOS CLAVELES Y LA TERCERA OLA DE LA DEMOCRATIZACIÓN

La tercera ola de democratización en el mundo moderno comenzó, de manera poco convincente e involuntaria, veinticinco minutos después de medianoche, el martes 25 de abril de 1974, en Lisboa, Portugal, cuando una estación de radio transmitió la canción "Grandola Vila Morena". Esta emisión fue la señal para que las unidades militares de Lisboa y sus alrededores ejecutaran los planes del golpe de estado, que habían sido cuidadosamente diseñados por los jóvenes oficiales que lideraban el Movimiento de las Fuerzas Armadas (MFA). El golpe se llevó a cabo con eficiencia y éxito, con una pequeña resistencia por parte de las fuerzas de seguridad. Unidades militares ocuparon los ministerios clave, estaciones de radio, correos, aeropueertos y oficinas de teléfonos. Casi al medio día, la multitud afluyó en las calles, vitoreando a los soldados y poniendo claveles en sus armas. Por la tarde, el dictador depuesto, Marcello Caetano, se rindió a los nuevos líderes militares de Portugal. Al día siguiente se exilió. Así murió la dictadura que había nacido tras un golpe militar semejante en 1926, y fue conducida durante treinta y cinco años por un austerio civil, Antonio Salazar, que trabajó en estrecha colaboración con los militares portugueses.

El golpe del 25 de abril fue el increíble comienzo de un movimiento mundial hacia las democracias, porque los golpes de estado derrocaban con mucha mayor frecuencia los regímenes democráticos en vez de instaurarlos... Durante los quince años siguientes, esta ola democrática abarcó el globo entero; cerca de treinta países pasaron del autoritarismo a la democracia, y al menos otros veinte se vieron afectados por la ola democrática.

Samuel Huntington, La tercera ola.